domingo, 20 de diciembre de 2009
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El corazón es de la misma sustancia que el cielo.
Para un pensamiento alegre es
como la Estrella de los Justos, o un feliz presagio.
Para un pensamiento encolerizado es
como la tempestad y la tormenta.
Para un pensamiento compasivo es
como la brisa y el rocío.
Para un pensamiento severo es
como un sol ardiente o una helada otoñal.
Todos esos aspectos se alternan, basta con aceptar su irrupción o desaparición para sentirse libre como el universo,
de la misma sustancia que el cielo.
Hong Zicheng.
8 comentarios:
Maravilloso recibimiento este larguisisísimo y sabroso beso
Marián, querida ¿estás aquí?.Manifiéstate.
Benvida Marigaila!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Qué andamos las tres dando a la teclita al mismo tiempo ehhhhhhhhhhhhhhhh!
HOLAAAAA!¡qué alegría!
Por fin las tres en línea. Podemos hacer un aquelarre cibernético.
Vete sacando los sapos y las culebras. yo ya estaoy machacando las patas de araña peluda.Marigaila, vai remexendo.
Es precioso no me canso de verlo. Gracias cronopia!
Fantástico poder despertar un día oscuro, con la luminosidad de unas bellas palabras.Gracias Cronopia.
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