jueves, 10 de diciembre de 2009

Rayuela

CONFESIONES IMPÚDICAS

En este curruncho cortaziano, no podía faltar una alusión a Rayuela, mi novela de cabecera a los 18 años y todavía hoy. En aquel momento me sentía completamente identificada con los personajes , las situaciones , las reflexiones filosóficas y la estética de la novela.

Aprendi de memoria fragmentos enteros. Compostela era París y yo me sentía la Maga.¿Quién era ,ya entonces, Horacio Oliveira?. Sí, era ÉL.
Y de esto , hace ... 400 años.
Todavía no hemos acabado la novela.
Ojalá que no llegue el punto y final!

1 comentario:

Carmen dijo...

Que hermosa causalidad, se podrían decir muchas cosas, pero a mi me gusta pensar que a veces obedecemos a nuestros instintos sin ser conscientes; y de esa llamada inconsciente entre dos, surge el encuentro.
Entonces todo está como debe estar.
Bicos