En mi viaje por Auroville en Svaram descubrí y pude acariciar con mis manos mojadas en agua una escultura de granito pulido. Esta piedra musical con su vibración me transportó al útero de nuestra Madre Tierra.
Han pasado los años y no he podido olvidar aquel sentimiento. Hoy la busqué y aqui os dejo unas muestras de su autor el Profesor Klaus Fessmann.
¡Que lo disfruteis! o no.
Bicos
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2 comentarios:
Qué bonito!. Recuerda al sonido de Jupiter que pusimos ayer.
Las brivaciones son una pasada, a ver si puedo copiar el modelo y se puede intentar hacer algo similar.
Bicos
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