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El corazón es de la misma sustancia que el cielo.
Para un pensamiento alegre es
como la Estrella de los Justos, o un feliz presagio.
Para un pensamiento encolerizado es
como la tempestad y la tormenta.
Para un pensamiento compasivo es
como la brisa y el rocío.
Para un pensamiento severo es
como un sol ardiente o una helada otoñal.
Todos esos aspectos se alternan, basta con aceptar su irrupción o desaparición para sentirse libre como el universo,
de la misma sustancia que el cielo.
Hong Zicheng.
1 comentario:
Hola Cronopía,
Yo me quedo con esta pasión por la VIDA.Mordiendo sandias y dejando que su líquido inunde mi boca y mi ropa sin pudor.
Asín que, este finde vaciaré mi "pozo negro" y seguiré haciendo lo mejor que sé hacer: dar de beber y comer; en nuestro querido Brisas.
Pondremos los fogones a hervir y a su calor calentaremos nuestras íntimas suculencias como venimos haciendo desde antaño, desde que el mundo es mundo, desde que nos conocemos.
Un beso y que nuestras dos razas sigan manteniendo el cordón umbilical que las une a la Madre Tierra: nutriente de vida, elixir de verdad que tan sólo los Dioses comparten; y que de vez en cuando,se pasan por el Brisas.
¡Que ganas de lanzarme al vacío de ese vientre en flor, rojo, que se asoma a través de Frida.
Mas y mas besos.
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