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El corazón es de la misma sustancia que el cielo.
Para un pensamiento alegre es
como la Estrella de los Justos, o un feliz presagio.
Para un pensamiento encolerizado es
como la tempestad y la tormenta.
Para un pensamiento compasivo es
como la brisa y el rocío.
Para un pensamiento severo es
como un sol ardiente o una helada otoñal.
Todos esos aspectos se alternan, basta con aceptar su irrupción o desaparición para sentirse libre como el universo,
de la misma sustancia que el cielo.
Hong Zicheng.
2 comentarios:
Hola Fer, cualquier observador que se ponga a ver este blog en sus últimas entradas, se daría perfecta cuenta que la comunicación en estos momentos está "fuera de cobertura" Sin embargo el AMOR es capaz de latir en cualquier vibración.
Yo tambien te quiero. Besos. Carmen
Hola Fer, me ratifico en lo dicho, mira la entrada del viernes 12. Mas besos.
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