lunes, 17 de agosto de 2009

Abrazando la ira

Habitualmente, cuando estamos enojados con alguien queremos hacerle oposición.
Queremos decir: “No te necesito. Puedo sobrevivir por mí mismo solo.”
“Necesito tu ayuda” significa: “Necesito tu práctica, necesito tu mirada profunda, necesito que me ayudes a superar esta ira porque sufro.” Y si sufres, no hay forma de que puedas ser feliz, porque la felicidad no es una cuestión individual. Si la otra persona sufre no hay forma de que tú puedas ser verdaderamente feliz solo. Entonces, ayudando a la otra persona a sufrir menos, a sonreír, tú también serás feliz.
El Buda dijo: “Esto es así porque aquello es así. Esto es porque aquello es.”
Las tres frases yo propongo sean el lenguaje del verdadero amor. Esto inspirará a la otra persona a practicar, a mirar profundamente, y juntos conseguiréis el entendimiento y la reconciliación. Propongo a mis amigos escribir esas frases en un trozo de papel y deslizarlo en su cartera. Cada vez que se enfaden con un compañero, con su pareja, o su hijo, o su hija, pueden practicar la respiración consciente, cogerlo y leerlo. Será una campana de la plena conciencia diciéndoles qué hacer o no hacer.
Son las tres frases: “Sufro y quiero que lo sepas.” “Estoy haciéndolo lo mejor que puedo.” “Por favor, ayúdame.”

Cojo mi rostro con mis dos manos.
No, yo no lloro.
Cojo mi rostro con mis dos manos
para reconfortar mi soledad.
Dos manos protectoras,
dos manos que nutren,
dos manos impidiendo que mi alma
caiga en la cólera.

THICH NHAT HANH

2 comentarios:

Carmen dijo...

Adelante y suerte, los caminos son de cada uno y los elegimos nosotros.
Un abrazo siempre.

Carmen dijo...

No olvides jamás...que lo que sucede conviene. ¡ALGUNA VEZ TE LO HAS PLANTEADO?. El querer "convencer" a los demás es un atributo no destinado a los seres humanos, cree en ti sin querer "convencer" a nadie, a nadie. Lo que tu creas, es tuyo y unicamente tuyo. La realidad no es la de uno mismo, es la de todos, todos creemos ser poseedores de algo de la realidad, pero la única realidad que existe es la de uno mismo y probablemente ni eso sea cierto.
FER