lunes, 8 de febrero de 2010

"Instantánea"













"Initiation" Catedral de Auch


Recordar
Recordarnos
Saber lo que hay
Lo que somos
Más allá de esto,
esa puerta que se abre en el aquí y ahora
Somos nuestros conocimientos.

¡ Jó, que miedo! encontrar tu sombra y reconocerte en ese espanto que te atrapa por propia fealdad, como cuando vemos un perro feo, tan desarropado que queremos hacerlo nuestro, tan desaliñado que queremos hilvanar su pelambrera. Pero siempre, siempre, cuando a través de sus pupilas no asoma la fiera.

Nace un nuevo día al canto de los gallos que se esconden porque la fiera AGUARDA.

La oquedad de los sentimientos esta vacía, la mente esta vacía, el Yo esta vacío; y no existe nada que se pueda expresar con las palabras.
Hoy dejare de expresar, dejare de sentir, dejare de ser, dejare de dejar; puesto que todo cuanto hay es el vacío.
Un cuenco que propaga su vibración al Universo y que se hace silencio en mi interior, que se une a mí, y Yo soy eso: vibración. Ni siquiera eso, ni siquiera el sonido soy.
Llegados a este punto no puedo decir nada, no puedo escribir, porque todas las letras que se plasman en el papel son vacío también, no existen ni siquiera en el ahora, porque ya paso.
Observar los objetos que se ponen ante mis ojos y no reconocerlos, no reconocer ninguno de ellos, ninguna sensación: solo sentirla, mi piel no tiene memoria alguna, todo es vacío.
Me recorre cierta inquietud, mi cuerpo no para de hacerse notar, mis manos tiemblan. Quiero reconocer este sentimiento que se extiende en mi interior y en mi exterior; no hay límites, ni dentro ni fuera, todo es uno con todo: incluso estas teclas que se desfiguran, y estos dedos que aunque intentan correr, no alcanzan los pensamientos. En fin que no se nada, mas allá que esta sensación de torrente, de catarata sin cauce definido, y…
Cambio una hoja de papel por un sueño imposible, cambio una sonrisa por una vida, cambio la alegría por el devenir.
El devenir: esa falacia, una gran mentira que nos atrapa en el no ser y nos instala en la angustia. El devenir es una trampa que nos impide ser, nos impide sentir, nos impide soñar, nos impide reír…
Cambio la soledad por nada.
Yo no cambio nada, no cambiaria este sentimiento, este torrente implacable de amor.
Somos peleles de algo que no existe, marionetas de los sueños; todos andamos girando, dando patadas a un balón que no es nuestro, pero participa de este juego, como participa el tiempo. Las estrellas arbitran el partido poniendo faltas, haciendo de nosotros algo más que sueños.
Los sueños de un loco, un demente, un suicida, un depredador sin dueño. Miserable de los sueños ajenos, atrapador de ilusiones que se hace realidad en mi sueño.
Se me agota el espacio y el tiempo, este que todos usamos como si fuera algo eterno, y es eterno, o infinito, o nada y todo.
No se qué quieres, porque andas tras de mi al acecho como la Fiera.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hermoso y veraz.
Yo tambien cambio la soledad por nada.
Una caricia grande y tierna, sobre todo para las fieras.

Carmen dijo...

Las fieras la reciben con gratitud y gustillo.
Besitos