Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
El corazón es de la misma sustancia que el cielo.
Para un pensamiento alegre es
como la Estrella de los Justos, o un feliz presagio.
Para un pensamiento encolerizado es
como la tempestad y la tormenta.
Para un pensamiento compasivo es
como la brisa y el rocío.
Para un pensamiento severo es
como un sol ardiente o una helada otoñal.
Todos esos aspectos se alternan, basta con aceptar su irrupción o desaparición para sentirse libre como el universo,
de la misma sustancia que el cielo.
Hong Zicheng.
2 comentarios:
¡Qué bueno!
Cortázar ya lo inventó todo, hasta una lengua: el gíglico.Nuestra obra de teatro debería ser en gíglico.
Muchos cornaputos con fitotas.
Hola Tofitas, Fitotas y Cornaputos como me siento en el papel!
Gracias Marigaila.
Publicar un comentario